viernes, 26 de octubre de 2012

La familia colombiana en la modernidad y la caída del padre.



Los distintos factores externos que propiciaron los movimientos independistas en Latinoamérica, serian el resultado de un nuevo proyecto filosófico-político que encuentra su apoyo y consolidación en la Ilustración y la Revolución Francesa. Aunque es iniciado con el Renacimiento, el descubrimiento de América y la Reforma Protestante en el año de 1500, la Modernidad entra al continente Americano  a inicios del siglo XIX. Mientras que Europa se renovaba con las transformaciones fruto de la Modernidad, una renovación en el arte, en la literatura y prontamente en lo social y cultural; las colonias vivían  un periodo de sometimiento, explotación y expoliación cultural, lo que no permite hablar de la influencia de la Modernidad en Colombia, sino hasta llegada la Independencia y su verdadero inicio a principio del siglo XX, específicamente en los años 20”.  La familia Colombiana estaría bajo un mismo modelo, sin ningún cambio, hasta mediados del siglo XIX. Aun después de la Independencia, tal y como se ha planteado anteriormente, la familia en Colombia continuará con la misma estructura colonial y Católica. La presencia del protestantismo en Colombia solo fue posible a inicios del siglo XX, aunque los intentos por establecerse en el país, fuese propiciado por los federalistas liberales, el pueblo junto con la Iglesia Católica, defendieron el legado recibido por los primeros misioneros, por lo que la influencia del Catolicismo en  las familias y en la sociedad en general, era mayor que los simpatizantes de la Reforma Protestante. Los distintos enfrentamientos entre el Estado y la Iglesia, son la evidencia de los intentos por modernizar a la nación, aunque este se caracterizó por mantener una visión romántica y soñadora del desarrollo  político y social del  país, pero también caracterizada por no tener en cuenta los principios católicos de la mayoría de los colombianos del siglo XIX. Abordar la familia en el contexto del modernismo, nos lleva necesariamente a una época de cambios y transformaciones semejantes a la colonia, a una ruptura de dogmatismos y tradiciones, que inicia con el siglo XX, pero en el cual contrario a lo que se esperaría o se pretendía, el conflicto entre Iglesia y Modernismo, sería provechoso para el país y la Iglesia Colombiana. El catolicismo al perder el control político del país, pasó a ser una Iglesia al servicio del pueblo, regresando a su misión inicial, se generó una renovación al interior de esta  que llevaría a la defensa y la promoción de la familia tradicional, y a una mayor acción evangelizadora impulsada por el Concilio Vaticano II.


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